La basílica de San Isidoro de León, joya del arte románico, vuelve a estar abierta después de un cierre de cuatro meses durante los cuales ha sido sometida a una intensa labor de limpieza y restauración. San Isidoro es mucho más que la iglesia; es el complejo palatino y religioso central del Reino de León, que está siendo renovado integralmente en un proceso que ya dura trece años. Integrado en un ángulo de las murallas de la Legio VII romana, el edificio reunió el Palacio Real, la Capilla Palatina, el Panteón Real (conocido popularmente como «la Capilla Sixtina del románico» y puedo dar fe de que no es una hipérbole) y las dependencias de un monasterio poderoso. Hoy, los elementos romanos, románicos, góticos, renacentistas y neoclásicos hacen de San Isidoro una enciclopedia de arte e historia.
Por otra parte, el Cabildo Catedral de Córdoba ha recuperado siete vigas califales del siglo X de la mezquita que se iban a subastar en la casa Alcalá de Madrid. Se trata de siete piezas de madera con decoración vegetal y restos de policromía que oscilan entre los 5,60 y los 1,42 metros. Eran propiedad de un particular cordobés y los costes de la operación ascienden a 150.000 euros (adquisición, conservación y mantenimiento).
Como todo no podía ser perfecto, el Cabildo ha renunciado a reclamar otras cinco vigas similares que están en Londres y que finalmente serán subastadas en la casa Christie’s. Los abogados que llevan el caso comunicaron que era «altamente improbable» que en Gran Bretaña se pudiera aplicar la ley española en la que se amparaba la reclamación. Por eso se ha llegado a un acuerdo extrajudicial entre el Cabildo, la casa de subastas inglesa y la entidad que representa al propietario por el que no se van a exigir indemnizaciones; a cambio, un porcentaje del precio de venta será donado a Cáritas de Córdoba. El monto total que podrían alcanzar las piezas es de unos tres millones de euros.